He estado disfrutando de unas vacaciones familiares en Adra, una pequeña localidad costera de Almería. Me propuso mi Compañera de Viaje que me llevase utensilios de pintura, y me negué rotundamente. Quería descansar de cualquier cosa con tufillo a trabajo.
El caso es que, una vez más, se demuestra que la necesidad creadora no entiende de vacaciones o de tiempos de trabajo. No tenía papel, ni lápiz, ni herramienta alguna que no fuesen mís manos, pero la playa estaba llena de piedrecitas,.... ¡¡¡¡ Como resistirme a construir formas con ellas !!!! ¡¡¡ había tantas para elegir !!!
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